Hace unos años el doctor Masaru Emoto, nos presentó su libro “Mensajes del agua” resultado de los trabajos de investigación procedentes del análisis del agua de diversos países y procedencias mediante la utilización de resonancia magnética.
En el mismo demostraba cuando congelaba el agua y esta se cristalizaba, como dependiendo del lugar de procedencia, estas presentaban estructuras moleculares geométricas de gran belleza o estructuras totalmente desorganizadas provocando rechazo en el observador.
De la misma forma cuando colocaba una etiqueta en las muestras de agua con palabras como “AMOR” “ODIO” la estructura molecular cambiaba, teniendo estructura geométrica la palabra AMOR y desorganizada la palabra ODIO.
Nosotros somos el 70% agua, grandes recipientes de agua. ¿Que ocurre cuando estamos todo el día de mal humor o desesperanzados, en el agua de nuestro cuerpo? y, ¿cuando estamos alegres y llenos de cariño y afecto?. Muchos ya desde hace siglos precognizaban la clara influencia de pensamientos y emociones en la enfermedad y ahora tenemos una prueba de todo ello.
En otro experimento se colocaba la etiqueta amor / odio a dos recipientes de arroz cocido, observando con los días como aquel recipiente con la palabra odio se pudría y, aquel con la palabra Amor se conservaba.
Somos creadores de nuestra realidad como nunca hemos imaginado. Cada vez más vamos a un enfoque de la enfermedad que comienza en la situación-emoción correspondiente, más que en el problema físico. Tomemos las riendas del carro de nuestras vidas. Si el agua molecularmente se desestructura y el arroz se pudre, nosotros podemos elegir que hacer con nuestras emociones y pensamientos y, en definitiva, que hacer con nuestro cuerpo. No nos convirtamos en el cubo de la basura propio ni en el de los demás, sino en un precioso recipiente lleno de bellas emociones y palabras.
SERGIO NAVAZO ALGORA
Psicólogo – Terapeuta
